sábado, 17 de mayo de 2014

hoy...

Atrapada en el lodo cenagoso hoy desperté desesperanzada… o  tal vez el estar alejada de mis convicciones profundas potencia en mi  una  sórdida angustia de la que intento escapar sin lograrlo…
Mi fe me acorrala. Y reconozco a Dios en todo esto. El  orquestador de mi libertad y  mi presidio.  El constante descubrir  de que sin su existencia mi vida carece de sentido es una idea que condiciona todo juicio de mi conciencia. Amo su esencia y lo que involucra su Ser. Como una cautiva eterna y voluntaria  me embriaga la felicidad de su compañía. Lo amo y le pertenezco. Dios eterno, Trino y maravilloso. Imposible desconocer su magnificencia y gloria en todo lo conocido y  oculto. ..
Ante tanta esplendidez externa, las  nimiedades  absurdas de mis pensamientos se desintegran como si jamás hubieran existido…

Y regresa a mi mente la paz de conocer su presencia en mi vida. Me rescata Dios sin importarle mis dobleces. Solo cierro mis ojos, se esfuman las palabras…